sábado, 24 de diciembre de 2011

The fool on the hill

Uf, ha pasado tanto tiempo desde mi último post que no se como voy a contar todo en una cantidad razonable de líneas...máxime cuando, como ha quedado demostrado en previas entradas, la capacidad de síntesis no es mi fuerte (pese a que "la Consuelo" -profe de historia en los años de instituto- fuese de la opinión contraria; nótese que el mero hecho de mencionar a la Consuelo en un post sobre Tanzania ya indica a las claras mi carencia absoluta de competencias sintéticas). En fin, vamos a intentarlo, a ver si semos capases.

Ando un poco estresado, la verdad, de tantas cosas como hago. Lograr estresarse en Tanzania no es sencillo e indica una habilidad notable en el legendario arte del "browning" (es decir, una capacidad considerable para zamparse marrones de toda índole) que se ve que yo poseo. Dado que la escuela está cerrada hasta el 16 de enero ahora estoy dando clases de inglés a la gente de los pueblos colindantes. Tengo dos grupos, uno de principiantes absolutos y otro de gente que ya sabe un poco (y en ocasiones mucho). Mi día típico mas o menos es como sigue:

A las 5.30 me levanto.
Ayudo en tareas de la casa hasta las 7.
Desayuno y preparo las clases de ingles hasta las 8.45.
Clase de ingles de 9 a 12 (15 minutos de bici hasta Uvikiuta, la ONG)
A las 12, al orfanato (45 minutos de daladala + 15 minutos a pie)
A las 16.30 - 17 voy a la casa de un chaval del pueblo al que le doy clases de mates (15 minutos a pie + 30 minutos de daladala + 20 minutos a pie).
Llego a mi casa a las 19.30 más o menos
Ceno, me ducho, y le doy una hora de clases de ordenata a la "houskeeper". En ocasiones ayudo a mi hermana pequeña Leah con los deberes o le doy clases de ordenador también a ella.
Con esto mas o menos se hacen las 22.30, a la cama, y vuelta a empezar.

El día 16 empieza de nuevo la escuela y no se como demonios me lo voy a montar. No me gustaría dejar de dar las clases de inglés, aunque fuera una hora al día, porque creo que es de las cosas que más útiles pueden resultar para ellos. En el orfanato sigue habiendo mil cosas que hacer, a pesar de que ya hemos acabado con las obras. Hubo que trabajar contrareloj para terminar todo antes de que Michele, el voluntario italiano que ha hecho todo posible, se fuera, pero lo hemos conseguido. La cocina ha quedado bastante bien, quitando algunos remates chapuceros característicos de la construcción tanzana. De la pintura nos hemos encargado nosotros mismos porque era más barato, con resultados cuando menos aceptables...al menos en principio, porque esta semana ha caído el diluvio universal y una parte de la pintura se ha resentido, aunque ha sido solo una pequeña parte. Como regalo de Navidad para los niños hemos comprado una radio y una bici de segunda mano que les vuelve locos. Algunos no sabían montar, pero aprenden rápido y se enseñan unos a otros, por el método de "tu tira, yo voy corriendo detrás y hago lo que puedo, pero si te metes una castaña son cosas que pasan". La radio ya no funciona y los niños, como son niños, jugando, han roto una de las puertas de la cocina nueva. También hay que intentar poner electricidad en la cocina y cierres en las ventanas para que puedan guardar cosas sin miedo a los ladrones...vaya, que trabajo no falta.

Ahora están en Dar una pareja de holandeses que ayudan al orfanato desde hace varios años. Han venido un par de semanas en Navidad y la semana pasada se llevaron a los niños dos días y una noche a la playa. Las playas tanzanas (ya he ido a cuatro o cinco) no son muy diferentes a las españolas, aunque de vez en cuando pueden ocurrir cosas extrañas, como que pase un rebaño de vacas o de cabras por la orilla. Aunque de vez en cuando pasen rumiantes, están en clara inferioridad numérica con respecto a los rebaños de gente que pasa intentando venderte cosas, así que, en ese sentido, como en casa en la Barceloneta. La mayoría de la playa está cubierta por "resorts" en los que pagas una cantidad módica y puedes usar sombrillas y sillas o tumbonas, pero también hay sitios por los que puedes entrar a la playa gratis. Ah, y la temperatura del agua es alucinante...a los que hayáis dicho alguna vez que el agua del Mediterráneo es como caldo de cocido os reto a bañaros en el Índico. Es como una sauna!

En la playa los niños disfrutaron mucho y estuvo muy bien, aunque también fue un poco triste, porque fue la última noche de Michele. Michele ha estado cinco meses aquí y, aparte de hacer maravillas con el tema del "fundraising" y la construcción de cocina y baños, los niños le quieren con locura (y el a ellos)...prueba fehaciente de ello son las múltiples inscripciones del tipo "Mike we love you forever" que los niños han grabado en el cemento de las nuevas construcciones del orfanato. Los niños lloraron mucho y Michele también se emocionó y fue una noche dura para todos. También para mí, ya que Michele probablemente era la persona más cercana para mi en Tanzania. Es francamente raro ir al orfanato y que "Uncle Micky" no esté allí, pero hay que seguir adelante. Los niños lo han pasado mal y algunos han estado tristes varios dias...pero por otra parte están acostumbrados a eso, esa es su vida, gente (voluntarios, encargados, otros niños) que viene y se va de su mundo.

Mi vida en Tanzania también es un poco así. Hay pocos voluntarios de larga duración y uno tras otro se han ido yendo. Yu (Japón), Anna (Islandia), Matteo (Italia, también trabajó en el orfanato), Evans (Kenya), Michele...uno tras otro han continuado su camino. La gente del "workcamp" de Kilimanjaro en el que estuve durante tres días también se marchó. Después de eso hubo otro workcamp de tres semanas en la sede de Uvikiuta (la ONG), pero esos voluntarios también se han ido. El año que viene tendremos frecuentemente otros worcamps de 3-4 semanas...durante unos dias Uvikiuta se llenará de voluntarios, y habrá risas y comida en abundancia y "cultural nights" en que cada uno explicará cosas y cantará canciones u organizará juegos relacionados con su país (en el último workcamp tuvimos noche cultural mediterránea -italano-españo-catalana y yo cociné tortilla de patata, con resultados discutibles -se podría discutir si quedó mal o peor-, y pusimos la Macarena y también jugamos al pañuelo y al "arrancacebes", porque había una chica de Olot). Todo eso volverá con los nuevos voluntarios, pero después de eso, ellos también marcharán y todo quedará vacío y en silencio. Es duro, y eso me hace entender mínimamente lo que es, en este sentido, la vida de los niños del orfanato de Msongola.

Magole, el "pueblo de siete casas" donde vivo se ha llenado de gente. Gente de Mozambique, Sudáfrica, Kenya y Tanzania que participa en un programa de intercambio: pasan 3 meses en Tanzania y otros 3 en Sudáfrica. La verdad es que no tengo mucha relación con ellos, la mayoría son muy jóvenes, llevamos ritmos de vida muy distintos y al final tampoco tengo tantas cosas en común como puedo tener con alguien de Europa. Con quien tengo más relación de ellos es con mis dos nuevos "hermanos", Hamis de Tanzania y John "Masai" de Kenya (profesores de swahili no me faltan!). Comparto habitación y las tareas de la casa con ellos, son buena gente y nos llevamos bien, aunque no nos vemos prácticamente más que para cenar y al levantarnos. En cualquier caso, la gente del programa de intercambio también se va el 20 de enero...

Mis padres han venido por Navidades. Estuvieron comiendo y cenando en casa de mis "padres tanzanos". Aunque parezca mentira (y contra todas mis expectativas) no ocurrió ninguna catástrofe y todos se llevaron bien y se gustaron. Mis padres trajeron algunos regalos para Alpha y Leah y también unas tabletas de turrón y todo fue muy bien, y de hecho Alpha todavia me pregunta que si van a volver algún día, porque estuvieron jugando mucho con el y se lo pasó muy bien. Llevé a mis padres al orfanato (donde también hubo reparto de turrón: blando, choco, duro y yema) y a la escuela, y les monté en un daladala considerablemente lleno en el que tuvimos que ir de pie, así que pudieron vivir un poquito de la experiencia tanzana. A veces, puede que ya lo haya dicho en otros posts, me da pena pensar que muchos turistas vienen a Tanzania y no se suben en un daladala ni se comen un "chips mayai" o un plato de ugali. He intentado que mis padres hagan alguna de estas cosas para que conozcan un poco de la realidad de aquí.

Después de tres dias en Dar es Salaam mis padres se fueron a hacer un safari. Yo no pude acompañarles porque tenía que dar clases en Uvikiuta. Fueron días muy difíciles porque, como he adelantado antes, jarreó agua a lo bestia. Imaginad que estáis debajo de una piscina de 100 millones de litros y de repente alguien elimina el suelo de la piscina sobre vuestras cabezas. Ahora multiplicad la fuerza del agua que os cae encima por un factor pi y tendréis una idea de lo que pasó esos días. En Dar es Salaam las inundaciones han sido terribles y de hecho han muerto entre 20 y 30 personas -hay un baile de cifras similar al de las manifestaciones en España [según el gobierno tanzano seguramente han muerto -5 (menos cinco) personas]. En Uvikiuta y Magole, a pesar de que ha llovido mucho, no ha habido muchos problemas, y las únicas consecuencias negativas para mí han sido que la mayoría de los alumnos de inglés no venian a clase (hay que tener en cuenta que casi todos vienen andando, desde distancias de hasta varios kilómetros) y que he pillado un resfriado de caballo por ir todo el día con la ropa mojada. Coger un resfriado fuerte aquí no mola nada: el otro día tuve bastante fiebre (no tenía un termómetro a mano, pero yo diría que no menos de 38.5 a ojo de buen cubero) y a uno le entran las dudas de si es solo el resfriado o puede haber algún parásito en la sangre de por medio. De momento he decidido fiarme de mi generosa mucosidad y abundantes estornudos y no me hecho las pruebas de malaria. Estoy tirando con gelocatil y con un poco de suerte en unos días estaré fresco como una lechuga.

Ahora mismo estoy en Zanzibar en un resort playero en el que por fin tengo algo de calma, en plan super-relajo total, que de vez en cuando, pese a que me pese reconocerlo, también mola. Escribo desde una mesa tipo chiringuito, con arena bajo mis pies, un árbol de mango sobre mi cabeza y el mar tres metros delante de mi, detrás de unas rocas. playa 50 metros a la izquierda, puesta de sol bastante chula, barquitos tradicionales en el agua. He comido pescado pescado hoy mismo con salsa de curry y coco, una ensalada de mango y frutas tropicales flambeadas. No me quejo, la verdad, aunque es un sitio turístico 100%. Lo lleva una chica de Barcelona, Gemma, que vive en Zanzibar desde hace 6 años y en África desde hace 12, aunque dice que está un poco hasta el gorro y quiere plegar velas. La mayoría de los camareros saben un poquito de español y es divertido hablar con ellos.

Hoy hemos ido a nadar entre delfines. La actividad no me ha emocionado demasiado. Consiste en (con una barca) localizar un grupo de delfines, perseguirlos (junto a las otras 17 barcas que están allí para lo mismo) y lanzarse al agua y nadar como posesos cuando los bichos están cerca. Sí, se ven delfines a un metro, pero todo el show, visto desde fuera, me resulta un poco ridículo. Tampoco me gusta la idea de andar dando la tabarra a los pobres delfines, que están ahí tan tranquilamente, aunque también es verdad que no creo que los delfines sufran, para ellos es más bien como un juego, más bien es que le estoy cogiendo mucha tirria a todo lo que rezuma turisteo.

El lunes vuelvo a Dar, mis padres se van para España y yo tengo que emprender viaje a Malawi: mi visa termina el dia 29, y antes de eso tengo que salir del país y volver a entrar, así que haré un viaje relámpago y vuelta a mi vida normal.

Quiero casiterminar este post dando las gracias a alguna gente. Primero a Laia y Arnau, por haber hecho una colecta en Alemania para los niños del orfanato. El dinero que habéis recogido servirá para seguir intentando variar un poco su dieta, introduciendo verduras, fruta, carne y pescado, así como para continuar llevando a cabo algunas de las reparaciones y mejoras de las que antes hablaba. Por cierto, que podéis todos consultar la página del orfanato en Facebook (simplemente buscad por "Msongola Orphanage"), de la que ahora soy administrador, junto con Michele y Matteo. Uno de los proyectos que tengo es hacer una página web un poco más elaborada para el orfanato, a ver si en unas semanas la tengo lista!

También agradezco a Jorge que me hiciera llegar a través de mis padres un USB con pelis para los niños. Este miércoles vimos "Up" y les gustó mucho! Gracias también a la gente que intento pasarme pelis (aun sin conseguirlo finalmente por unos u otros motivos) por la preocupación y el esfuerzo. Gracias también a todos los que me escribís, comentáis en el blog o me abrís en cuanto me veis en el chat. Os echo mucho de menos y esas cosas me hacen sentiros un poquitito más cerca. Ahora tengo un modem USB y me podré conectar más a menudo, así que seguid contándome cositas, que yo intentaré responder siempre!

En general estoy contento aquí. Lo suficiente como para estar planteándome quedarme más tiempo del inicialmente previsto. En principio tengo billete de avión para el 28 de marzo. Seguramente usaré ese billete en cualquier caso, pero es posible que después de eso me vuelva otra vez aquí. Depende de muchos factores: tendría que seguir estando a gusto dentro de 3 meses, encontrar otro sitio donde vivir (dado que no puedo seguir pagando a Uvikiuta la millonada que pago -unos 250 euros/mes por comida y alojamiento...por mi cuenta podría conseguirlo por menos de 100) y un trabajo por Internet (dado que tampoco puedo seguir sin cobrar, pero no tengo papeles para trabajar aquí...conozco a gente que ha estado trabajando por
internet haciendo corrección/redacción de textos en inglés, así que imposible no es). Ya veremos, de momento es solo una idea, que puede que cobre forma o no.

A pesar de que como digo, en general estoy contento, esto va por días. La falta de medios, el tiempo que pierdo en transportes, el idioma o el mero hecho de ser extranjero hace que todo sea tremendamente difícil aqui, y a veces es muy frustrante ver que no consigues los resultados que quieres. El 90% de la gente que conozco aquí te acaba pidiendo algo: que le lleves a España contigo, que le "patrocines" sus estudios, o directamente dinero u otras cosas. Hoy me ha llamado un chico de la escuela de secundaria. Ni siquiera es alumno mío, es un chico con el que habé un día un buen rato y me estuvo explicando que su situación es muy difícil porque su familia no quiere que estudie pero el sabe la importancia de la educación y no piensa darse por vencido y ha dejado su casa. Intercambiamos los números de teléfono y hoy, como digo, me ha llamado, y después de hablar un par de minutos me ha dicho que si le podía llevar algún regalo de Navidad, que cualquier cosa valía, arroz, cuadernos de ejercicios o incluso dinero. Cuando pasa algo así (y pasa constantemente) es duro. A veces pienso que para todo el mundo soy como un dólar con patas, todos piensan que soy rico, que puedo pagarles el avión o los estudios o darles trabajo. Hablas con una persona tres o cuatro días, tomas un par de cervezas, te piensas que es tu amigo...y entonces va y te lo suelta, te pide algo. Y entonces se te cae el alma a los pies, piensas "tio, estoy viniendo aquí a ayudar, a darte clases gratis, y todavía me pides dinero...". Pero por otra parte es comprensible, quieren tener otras oportunidades, una vida mejor y se piensan que en Europa es seguro que la van a encontrar.

A veces pienso que ayudar aquí es misión imposible, que no estoy consiguiendo nada ni lo voy a conseguir, por mucho tiempo que me quede...

El otro día fui a lavar mi ropa en casa. La housekeeper, Zainabu, y mi hermana pequeña, Leah, no me dejaron y lo hicieron ellas. Eso indica que saben que trabajo como un mulo y que estoy al límite de mis fuerzas...pero detalles como ese también me hacen pensar que, después de todo, alguna cosa debo de estar haciendo bien.

Abrazos para todos, besos para todas (preferiblemente en la boca, que ando un poco necesitado) y prometo que el ultimo post del año serán fotos varias!